Debajo de mi piel

Salí del auto robado y rápidamente lo hice desaparecer, me seque las lagrimas y camine hacia la entrada del castillo, estaba enojada, estaba herida, no tenía nada, pero no iba dejar que me volvieran a pisotear. Aun así, no podía dejar de preguntarme... era esto un sueño? O quizá solo estaba exagerando, sacudí mi cabeza, gruñí y apreté mis uñas contra la palma de mi mano, decidida a seguir adelante. "No lloro, o siento, mirare hacia otra parte, no voy a ver, no necesito a nadie, a nadie!!" grité con toda la fuerza de mis pulmones "Ya estoy hecha de piedra, ya no siento lo que me lanzan, el dolor es solo una ilusión, solo una ilusión, ya nada importa, ya nada importa, ¡No soy suficiente, verdad! Ya verán, ya verán!!! No tengo miedo" Sabia que mis palabras no eran nada mas que restos de mi furia, pero no me importaba, ya había intentado todo, menos esto.
Mire la palma de mi mano, las marcas en forma de media luna de mis uñas comenzaron a sangrar, moví mi mano sobre ellas y la sangre desapareció, sonreí, si bien todo aquel dolor era casi insoportable, al menos había servido de algo, ahora sabia controlar una parte de mi poder, y me dirigía a aprender a dominar la otra, yo no era una niñata asustada, era fuerte, era poderosa, sabia controlar y engañar gente, solo tenia que aprender a no dejarme engañar, este era el lugar, y era posible que también consiguiera algo de alguien de allí, necesitaba alguien débil, alguien fácil de controlar pero con mucho poder, alguien joven y estúpido, alguien que fuera mi amigo, porque nadie inteligente lo sería.

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